ZARASROJAS

En cierto modo, Sara Muñoz [Zarasrojas], es collagista casi por accidente. Aunque ya había indicios de diógenes visual desde pequeña y no sepa dónde colocar su colección de bocetos, historias y monstruos en su habitación, esta arquitecta alcarreña de 36 años descubrió la fuerza expresiva del collage mientras realizaba un máster de artes plásticas y visuales. Un lenguaje híbrido que la acompaña como forma de revisión de la mirada; a veces de forma crítica, otras simplemente a modo de memoria externa. A lo largo de los últimos años entre su paso por diferentes estudios, constructoras y actualmente como profesora, el collage es su forma de expresión personal y la única manera de hacer las paces con el tiempo frenético en el que nos movemos. Lo que más le interesa es la relación entre el imaginario de objetos que maneja, perdiendo su significado individual a favor del conjunto, dando lugar al surrealismo inesperado.